Constantemente y cada vez más estamos expuestos a diversos marcadores que desencadenan procesos inflamatorios en el cuerpo como una alimentación cargada de alimentos procesados, rica en harinas refinadas y carnes rojas, y poca cantidad de frutas y verduras, xenobióticos: conservantes, colorantes, potenciadores, edulcorantes, saborizantes, aromatizantes, y muchos más.
La inflamación es una respuesta natural de nuestro sistema inmune, pero si este si se ocasiona constantemente puede desencadenar diversas afecciones y enfermedades. Hoy sabemos que prácticamente todas las enfermedades se relacionan con este desequilibrio a nivel del sistema inmunológico.
La alimentación antiinflamatoria es aquella que reúne los nutrientes y componentes que ayudan a evitar o disminuir procesos inflamatorios en el cuerpo potenciando sus mecanismos de defensa.
Es rica en antioxidantes, aceites insaturados, omega 3, alimentos naturales y de calidad nutricional, alejado de los alimentos industrializados.